¿APÓSTOLES HOY? ¡NOMBRES!
Aunque con la escritura de Efesios 2.20 algunos sostienen que al “terminar” de poner el fundamento, los apóstoles no fueron más necesarios, es importante tomar en cuenta que los escritos de las cartas del Nuevo Testamento dan evidencia de que a otras personas se les llamó apóstoles.
Por ejemplo: Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo… (Hechos 14.14). Notemos dos cosas importantes. Primero se menciona a Bernabé como un apóstol. Segundo, se menciona primero a Bernabé y luego a Pablo. ¿Qué nos dice esto? Frecuentemente la Biblia señala primero a la persona que va al frente en el liderazgo, por lo que se le está dando a Bernabé no sólo el título, sino que en este momento de la historia va al frente del equipo apostólico.
Podemos sellar esta verdad al momento que Pablo y Bernabé se separan en el segundo viaje misionero y Bernabé toma a Juan Marcos, Pablo a Silas, y ambos parten a otro viaje apostólico cada uno por su lado, dando por un hecho no sólo el llamado apostólico de Bernabé sino la operación del don del apóstol en su ministerio (Hechos 15.39-40).
El trabajo apostólico de los primeros doce, llamados los “apóstoles del Cordero” (Apocalipsis 21.14), no quedó inconcluso, para poder decir que se necesitaron a otros para terminarlos, pero sí podemos decir que el trabajo de extender el reino de Dios necesitó de una labor apostólica llevada a cabo por otras personas que operaron en el don del apóstol. Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó (Mateo 10.2–4).
El hecho de que la Biblia hace mención varias veces de que había tan solo doce apóstoles no nos da razón para creer que Dios planeó que fueran sólo doce. En un asunto tan importante como este, Dios debería haber dejado estas cosas tan claras para asegurar que el don es permanente hasta que la iglesia sea levantada. ¡Y realmente lo hizo! La evidencia son los varios personajes que son mencionados como apóstoles además de los doce primeros.
Por ejemplo, en Hechos 16 vemos a Pablo que toma un joven llamado Timoteo para hacerlo parte de su equipo apostólico, primeramente como discípulo y enseguida como un obrero aprobado en el ministerio (2Timoteo 2.15).
En 1Tesalonisenses vemos el equipo apostólico funcionan- do: Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo (1Tesalonicenses 1.1). Ahora vemos al equipo operando en el don del apóstol y envían una carta a la iglesia de Tesalónica, siendo los autores Pablo, Silvano y Timoteo, siendo Pablo ahora la cabeza o líder del equipo apostólico. En esta carta vemos cómo se escribe prácticamente todo en plural, como si los tres estuvieran escribiéndola. Como un sello dice: Ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo (1Tesalonicenses 2.6). ¡Como apóstoles! De nuevo usa el plural hablando de los tres como apóstoles de Cristo.
Evidentemente Silvano y Timoteo están en la lista de los que eran reconocidos como apóstoles trabajando en el equipo apostólico de Pablo.
Vayamos a otra escena. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor (Gálatas 1.18-19). El apóstol Pablo esta testificando de su llamado y labor apostólica, asegura que después de ser salvo no fue a ser instruido por los apóstoles sino que se refugió en Damasco. Hasta después de tres años fue a Jerusalén y estuvo quince días con el apóstol Pedro (uno de los doce; Mateo 10). Pero enseguida dice que vió a “otro de los apóstoles”, Jacobo el hermano del Señor. Como podemos ver, Jacobo no está nombrado entre los doce, de hecho, no hay evidencia de que los medios-hermanos de Jesús (Hijos de María y José), entre ellos Jacobo, hubieren creído en Jesús antes de su muerte y resurrección.
¿Por qué la Biblia le llama apóstol a Jacobo sino está en la lista de los doce primeros según Mateo 10? ¡Simplemente porque era un apóstol según Efesios 4.11! ¿Qué podemos decir de un líder apostólico que estuvo al frente del trabajo de extensión del reino en la iglesia primitiva? La mayoría de los teólogos afirman que Jacobo estuvo al frente del equipo apostólico en Jerusalén (Hechos 15.13; Hechos 21.18) dan- do con esto la aprobación de un llamado genuino a operar el don del apóstol. El mismo apóstol Pablo testifica diciendo: Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión (Gálatas 2.9). Una vez más vemos que Jacobo encabeza la lista de las columnas como un líder principal, incluso entre los llamados “doce primeros”.
El caso de Judas y Jacobo (Santiago), los medio-hermanos del Señor es otro punto crítico para los que continúan en la opinión de que el don del apóstol fue para formar el Canon y sólo los apóstoles primeros fueron llamados para hacerlo. En primer lugar, los dos escribieron una epístola que entra dentro del Canon sin ser contados entre los doce primeros. En segundo, la mayoría de las traducciones de la Biblia llaman a la carta: La Epístola Universal de San Judas Apóstol, dando por entendido de la función apostólica de Judas y la operación del don del apóstol en su ministerio.
Finalmente en este punto tenemos a otros dos que se cuentan “entre los apóstoles”. Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo (Romanos 16.7). Andrónico y Junias se con- virtieron a Cristo antes que Pablo, pero son muy estimados “entre los apóstoles”, de tal manera que el mismo Pablo testifica que estos personajes operaron el don del apóstol en la iglesia primitiva y era aceptados entre el grupo de los apóstoles.
En 2Corintios 8.23, Pablo menciona a Tito como mensajero de las iglesias, y gloria de Cristo, al igual que en Filipenses 2.25 menciona a Epafrodito como mensajero, donde la palabra que se usa en griego para “mensajero” es apóstolos.
Una controversia mayor para muchos es la pregunta: ¿Hay mujeres apóstoles? En Romanos 16.7 encontramos las siguientes palabras del apóstol Pablo saludando a Andrónico y a Junias. En realidad nada sabemos respecto a estas dos personas pues no se vuelven a citar en la Biblia, solo sabemos que “son parientes” de Pablo. El nombre de Junias en este versículo ha causado muchos debates a lo largo de la historia. La dificultad viene por el hecho de que la palabra griega para Junias (Iounian) puede traducirse de dos maneras. Si se traduce por Junia nos da a entender que se trata de un nombre femenino, pero si se traduce como Junias (con “s” al final) nos da a entender que se trata de un nombre masculino. ¿Y cómo podemos saber cuál es la traducción correcta?
No tenemos mayor referencia para definir este asunto, tampoco es el momento de defender el ministerio de la mujer en toda su expresión para operar los cinco dones del Hijo o los llamados oficios ministeriales. Lo importante es darnos cuenta que Dios puede usar a la mujer como Él desea, lo ha hecho durante todo el trayecto del ser humano en este mundo y lo continuará haciendo.